Facebook y su proyecto de criptomoneda (Libra) ya no son el enemigo de las finanzas tradicionales. Ahora la nueva presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, quiere conocer el profundidad como funciona este proyecto porque, al parecer, el BCE estaría valorando la posibilidad de lanzar al mercado su propia criptomoneda, según informa el Confidencial.
La nueva moneda, que llevaría por nombre «Eurocoin», sería una moneda totalmente digital que favorecería la realización de ciertas acciones en la nueva economía digital, como ayudar a que los pagos fueran inmediatos, más seguros más baratos y quizá hasta anónimos. La idea que tiene el Banco Europeo es que la nueva moneda esté respaldada por el Euro («Stablecoin»). Sin embargo, a nadie se le escapa que en el futuro el dinero físico desaparecerá-como muchos expertos han apuntado-y tener una moneda digital es prepararse para lo que pueda llegar.
Con este movimiento el BCE quiere que los reguladores no se queden al margen de al carrera digital en el sector financiero tomando la delantera en una de las cuestiones claves del sector en las próximas décadas. Y es que los operadores privados, como Banco Santander, ya están operando con monedas como Ripple para realizar transacciones transfronterizas.
A nivel comparado, hay quienes están a favor de estos movimientos y quienes están en contra. El gobernador del Banco Central de India ha repetido en varias ocasiones que las instituciones financieras jamás iban a aceptar la emisión de una divisa digital privada porque la emisión de moneda es una función soberana de un Estado proyectada en sus bancos centrales. A favor, en cambio, están China, con su Banco Popular, que lleva años trabajando en una divisa que opere a través de Blockchain o Irán del que poco sabemos. En Europa, Suecia, Rusia o Suiza (con su «cripto-franco») están estudiando esta posibilidad.
En todo caso, habrá que valorar los recientes descubrimientos en relación a la Blockchain y su falta de seguridad absoluta, pues su fiabilidad 100% era una de las razones por las que se abogaba por migrar el sistema financiero a uno basado en divisas digitales operadas con tecnología blockchain.
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